ACOMPAÑAMIENTO LITERARIO

domingo, 27 de septiembre de 2020

¿CUÁL ES MI LUGAR?

Cuál es el lugar que ocupo,
con qué etiqueta me identificas
y a quién acudes cuando te tiemblan los pies.
Quizá ya sea una costumbre,
pero soy tu diario de lamentos,
quizá ya sea costumbre
pero soy tu paño,
el más absorbente.

Quizá no lo sepas
pero antes de que hayas descubierto tus carencias
estoy ahí para completar tus miserias.

Cuál es mi lugar, me pregunto;
a veces es todo y uno a la vez, 
a veces no soy nadie
y a veces soy el universo 
tan de pie para ti,
tan completa para soportar más de una batalla,
para soportar y no hidratar mis lágrimas,
para ser condensada toda esta desesperación 
antes de que aparezca por tu ventana,
antes de que renazca en cada mañana.

Pero he aprendido así,
he sabido resistir,
he encontrado mis motivos,
aquellos que me reconstruyen cuando siento 
que el último suspiro se me va
y entonces, cuál es mi lugar
o cuál es el sitio que me he ganado,
a qué categoría pertenezco
o cuál es aquel
al que me aferro a conservar,
porque soy todos y ninguno en un momento,
porque soy solo mi nombre y de apellido corazón, 
ansiedad y lamento.

CARTA A LA DIGNIDAD

No es esta la primera vez que caes a mis pies,
no es esta la primera vez que me ves derrumbada,
tampoco es la primera en la que escuchas mis plegarias,
pero quizá si grito más alto esta vez,
sea la vez primera que mis palabras toquen profundo,
hagan trozos tus barreras y entonces por cada grieta
pueda ver un poco de esperanza.

Quizá sea la primera vez entonces,
la primera vez que voltees tu cara
y me tomes en tus manos,
porque vengo haciendo ruido desde hace años,
vengo caminando con espuelas de suplicio
con las manos unidas y lanzando frases al viento,
susurrando no solo suspiros,
susurrando pero con desesperación
y no es la primera vez,
no es la primera que ignoras,
ni la primera que solo me observas de reojo,
no será la primera vez tampoco
en la que me dañes y te llenes de omisión,
no será la primera
ni la última ocasión
en la que me arrastre como tu sombra
ni la que sea como agua escurridiza entre tus dedos
porque ya he recorrido así hasta tus mejillas,
secándome con tus sábanas de madrugada,
pero sigo siendo presencia al día siguiente,
así que no,
no es la primera vez,
pero quizá sea la última.

El transito de estación en estación
me supone elevación,
quizá el invierno sea un parteaguas,
quizá solo entonces te decidas vestirte de decisión,
quizá sea entonces la primera vez
en la que tu furia sea la llave
y decidas tomar mi dirección,
quizá sea la primera vez que me observes
y la ultima que te desvanezcas
por el miedo que aún conservas,
pero que esta vez, no sea tu distracción.


domingo, 20 de septiembre de 2020

PRIMAVERA EN OTÑO

Nos dijimos hola a mitad de primavera
y las mariposas venían desde muy dentro
contando así nuestra historia,
alborotando sensaciones
y esparciendo emociones en cada aleteo.
Fuimos uno con la lluvia,
fuimos uno con el sol,
en cada paso éramos sintonía,
nuestra sonrisa en unísono, nuestra mejor melodía.

Nos hicimos uno dentro de cuatro paredes
que nunca fueron del todos nuestras,
hasta que vimos mariposas de papel volando por el cielo,
fueron nuestros sueños escritos
y que no se hicieron realidad.

Nos dijimos adiós al llegar el otoño y a cada paso nuestro,
remolinos de hojas secas nos hacían sombra.
Cuatro décadas conservaron un secreto,
es que nunca estuvimos lejos
y fue así cuando al final del invierno
y debajo de la escarcha nos encontramos sepultados;
el sol nos iba consumiendo
mientras era bienvenida la primavera
y otra vez fuimos uno en cuatro paredes
y al compás de los rayos de la luna
nos dimos la bienvenida
que no sería más que de frases hacia el aire,
porque el calor del verano nos nublo el mirar
y nos escondió el camino.

Más pronto que lejos,
se avecinó un cielo naranja,
era el crepúsculo de hojarasca del otoño
diciendo hola otra vez,
fue nuestra primavera nuevamente
traspasando sobre los rayos del sol,
un amor consumado pero escurridizo
tal cual las lluvias de septiembre,
ese nuestro segundo dieciséis.

MÁS DE TI QUE DE MI

Una parte de mi está contigo,
por no decir que te llevaste mi esencia.
Una parte de mi te pertenece,
por no decir que mi energía.
Una parte de mi me ha deshabitado,
por no decir que ahora soy más de ti que mía.
Una parte de mi no está conmigo porque pasé a ser trascendencia
y por eso, allá, con eso
una parte de mi se encuentra contigo.

ES FÁCIL

Es fácil juzgar al otro, es fácil apuntar hacia abajo cuando el ego nos escala un nivel arriba. Y desde ahí arriba es más sencillo ver sus h...