MIEDO

Tengo miedo,
miedo de no disfrutar lo suficiente,
de no agradecer lo suficiente,

de no estar haciendo lo suficiente.

Tengo miedo,
de que la vida grande me quedé
y que con el paso de los años
más diminuta sea mi persona.

Tengo miedo,
sí,

todavía tengo miedo

de no haber sido competente

para saber que lo que ya tenia,

y que ya tenía suficiente.

Tengo miedo,
sí,

todavía tengo miedo
de que todavía no tenga la llave
y de que de que si grito en mi impaciencia
el único que me escuche sea el miedo

y que me dé la bienvenida

para negarme la salida,
tengo miedo
de que la vida vaya corriendo

y con ella se vayan mis años,
sí,

tengo miedo,
de no escribir lo suficiente,
de no expresar lo suficiente
de no ser yo suficiente
y tengo miedo,
sí,

todavía tengo miedo.

ALGUIEN MÁS

Mejor te escribo una poesía
porque si te canto una canción
probablemente viva eternamente.

Mejor te escribo una poesía,
así nadie sabrá este secreto,
así cada que sea recitada,
nadie sabrá su destino final;
así solo será tuya,
mis palabras serán tuyas,
aunque también mi voz.

Mejor te escribo una poesía,
así se hace liviana la intensión,
así hacemos menos eco,
así quizá comprendas que no
que esta vida no era para los dos,
así quizá comprendas que sí,
que ya te esperan en casa
unos amplios brazos,
un par de escandalosas risas,
aunque no sea yo,
y te irás temprano a dormir,
solo para tener el minutero más tiempo y a tu lado,
solo para reproducir
un par de veces esta prosa,
antes de que ella se dé cuenta,
antes de que ella note
que sí,
que todavía hay alguien más,
que tú corazón todavía late por alguien más.

CUANDO ESCRIBO

Tres por segundo,
pienso tres veces más que nunca,

pienso que a veces la vida pequeñita es,
que a veces se trata solo de sorpresas,
que solo se quiere divertir,
que solo quiere verte reír
y que otras tantas más
le afana verte caer,
ver una grieta más,
ver cómo penetra un rayito de luz
pero como se fuga el tiempo también.

Tres por segundo,
van tres suspiros por cada segundo,
y una cuarta lágrima empieza a caer,
a veces no entiendo la vida,
no escucho su melodía.
A veces no entiendo el sentido,
a veces no sé para donde voy,
a veces quisiera solo volver,
volver a ser niña,
y correr bajo la cama
y dejarlo ahí debajo,
dejar el miedo ahí
ahí dónde lo conocí,
entonces la adulta que ahora soy
me dice que no,
que no juegue a ser pequeña
que ya me hice mayor,
que la vida es esa
la que se me está fugando por la manos
cada que intento un verso construir.

DICIEMBRE SE ACERCA

Diciembre se acerca
se escuchan campanas,
diciembre se acerca
siento el frío,
sí,
lo puedo sentir.

Se acerca corriendo,
se acerca asechando
y me está amenazando,
dice que te irás,
que pronto volverás
y volveré yo
a mi estado de orígen,
la soledad.

Se acerca presumiendo
lo que ya bien conozco,
lo que tengo pintado
como un día especial,
pero viene corriendo
agotado lo veo a lo lejos,
es que el miedo viene volando
se lo quiere llevar
y dejarme caer nuevamente
toda esa inestabilidad
y el deseo enorme
de aferrarme a la esencia de alguien
como si fuera especial
como si no tuviera mis propias piernas
para caminar
retomar el camino
y mi libertad.

ANTES DEL DRAMA, FUIMOS POESÍA

Suspiro y parece que fue un llamado,
dieron vueltas tus recuerdos
y parece que te aclame,
solo fueron unos días

y parece que grite,
hiciste acto de presencia,
llegaste pero no me esperaste,
llegaste pero no te quedaste.

Fueron un par de veces en que te recordé,
pero está bienvenida me dice que sí,
que somos energía,
que tú y yo ya fuimos poesía
antes de ser el drama que fuimos,
antes de comenzar con mi vida
la tuya ya me esperaba,
pero eso no lo sabías
y eso ni yo lo esperaba.

TODAVÍA A PESAR DEL TIEMPO

Me dijiste que ella era más bella,

pero seguiste conmigo,

me dijiste que te daba todo,

pero no la estabilidad que necesitas,

ni la paz que no respiras,

ni la tranquilidad que al cielo aclamas.

Dices que te ha dado los mejores días,

pero dime,

de ellos cuántos son de calidad,

dime,

cuántos de ellos puedes recordar sin odiarla

o sin odiarte a ti por permitirte continuar,

por permitirte mantenerte 

en un estado de agonía, de cansancio;

por permitirte mantenerte así, 

en un estado de agobio y de letargo,

por permitirte mantenerte así,

sin esperanzas.

Me dijiste que te ha dado luz,

pero todos vemos solo sombras.

Me dijiste que te ha dado días buenos,

pero sé que no ha sido cierto,

porque todavía a pesar del tiempo

vienes a buscarme

por el calor que no recibes,

por el amor que ya no obtienes,

por las caricias que no sientes,

por los besos que no te saben,

por la verdad que ni tu dices,

por la fantasía que ya no tocas,

y por esas risas locas,

y por mi voz susurrando a tu costado,

por esas notas que te canto,

por esa infancia a la que te devuelvo,

por eso en lo que te conviertes

cada vez que yo me acerco,

cada que te abro el alma,

cada vez que te regalo mis versos

adheridos a mi espalda

para convertirnos en soneto,

al estruendo de la lluvia,

al filo de la imprudencia,

al filo de la fina línea

que divide tu conciencia y tu moral,

que divide mi conciencia y mi dignidad

al filo de lo casi mortal.

AMANECERES CONTIGO

El día que amanezca contigo

voy a abrazarte,

fuertemente besarte

para que no te levantes,

hasta que me agobies de ti,

hasta que te asfixies de mi;

hasta que el día se vuelva a hacer noche,

hasta que caduque tu viaje

o hasta que cambie la estación.

Pero si un día amanezco contigo,

te haré una canción,

te escribiré una poesía

y me bañaré después con el sol

para hacerme solo esencia,

para pasar a adherirme 

y condensarme en ti.

Pero si un día amanezco

y no es a tu lado,

si un día amaneces

y no estoy ahí,

solo cierra los ojos,

que a la par lo haré yo, 

hasta que sientas mis labios,

hasta que te desvanezcas,

o hasta que me funda yo.

COMO UNA ENFERMEDAD

Estoy sudando,

es el síntoma de tu recuerdo.

Mi espalda húmeda está

y se ha  convertido en resfriado,

me tiemblan las manos,

y se ha convertido en Parkinson.

Te tengo en la mente

como una esquizofrénica,

pero no estoy riendo;

al contrario, 

hoy lloro

como quien tiene amnesia,

como quien vive con miedo,

el mismo miedo que ahora padezco,

porque sé que al cerrar los ojos,

solo serás pasado.

CONTIGO

Tres días y nada, 

todavía no sé nada.

Tres días y todo,

te has robado de mis días todo.

Tengo muchas dudas,

creo que hay una atmosfera de lo que fuimos 

que rodea como aura nuestras coronillas,

creo que todavía tenemos energía,

creo que todavía hay conexión.

Me agobia un poco la idea 

de que vuelvas de la nada,

me agobia un poco la idea

pero también me da ilusión,

me da miedo un poco tu regreso,

y me inyecta confusión,

me atemoriza un poco tu visita,

pero no me das ninguna solución,

solo llegas pero te vas,

solo apareces pero ya no estás,

dime qué,

qué esperabas encontrar,

qué versión de mí esperas encontrar,

porque ya no soy la misma,

ni con la misma condición,

pero contigo sí, 

contigo se corta todavía mi respiración,

contigo todavía no sé quien soy,

ni qué me define,

ni mi aspiración.

ESPERA

Espera, no te vayas

espera, ven aquí,

espera, ven y dime

dime que hacías esa tarde por aquí.

Dime que hacían tu recuerdo en mis sueños,

dime qué hacía mi presencia en tu memoria,

dime qué pasó.

Y no, aún no te marches

que sí, creo que sí

que necesito un poquito tu presencia,

que sí, que necesito un poquito solo unas palabras

de que me extrañas, o de que aún me amas.

No te vayas todavía, necesito las razones

la verdad de esas palabras, la verdad de la intención,

así que sí, no te vayas todavía

porque creo que necesito un abrazo,

necesito tu presencia

y una mirada, solo una mirada o una sonrisa,

o quizá todo de ti,

quizá solo un ratito de ti.

o quizá toda la vida,

no lo sé,

solo espero a que vengas tú

y me lo digas.

HACE UNA SEMANA

Hace una semana que volviste

y hace más de dos que ya no escribo.

Hace una semana saludaste,

porque fue la misma en que te recordé.

Hace una semana me escribiste

y hoy que he decidido saber de ti, desapareces.

Todavía no entiendo el por qué

y es que cada que te pienso, apareces.

Me doy cuenta que no somos de papel

tú y yo somos pura energía,

polos opuestos que se atraen,

que cada vez que nos estamos alejando,

nuestros corazones siguen de pie.

Dime qué me has hecho,

dime qué deje pasar, 

porque sabes que una vez que toques la puerta,

yo te dejaré pasar.