ACOMPAÑAMIENTO LITERARIO

domingo, 26 de julio de 2020

HACE CUÁNTO

Hace cuánto tiempo no sonríes,
hace cuánto tiempo tienes la mirada fija,
hace cuánto el aire de tus suspiros no te oxigenan
y hace cuánto ya no duermes

hace cuánto se han perdido tus aspiraciones
y hace cuánto ya no sabes qué perseguir,
hace cuánto llevas conservando esas emociones,
hace cuánto te vienes dañando así

hace cuánto vienes denigrando tu sentir,
hace cuánto el animo no está,
hace cuanto vienes pasando tragos amargos,
y hace cuánto desearías no volver a despertar

hace cuanto sientes apenas tus manos,
hace cuánto tus pies ya no quieren caminar,
hace cuánto sientes hacernos un favor
hace cuánto te mantiene vivo el dolor

Hace cuánto intercambiaste las lágrimas por esas sonrisas matutinas
hace cuanto solo esperas el anochecer,
hace cuánto solo esperas ese día que diseñaste solo para ti
hace cuánto ya nada de hace feliz,

hace cuánto vienes evitando el dolor
hace cuánto crees que todo ha sido un error,
hace cuanto te consumes con las dudas
y hace cuanto ellas no te han dejado avanzar

Hace cuánto llevas reprimiendo esas voces internas,
hace cuánto te obligas a caminar
por caminos que no son los tuyos,
por caminos que no te toca recorrer,
hace cuánto vienes esquivando
y hace cuanto te vienes cayendo por ir en direcciones opuestas,
hace cuánto que no aprendes
hace cuánto que te niegas la verdad,
hace cuánto que no quieres escuchar
hace cuanto que te estas matando así,
hace cuánto...

NO NECESITABA ESE CALOR

Me vienes hablando desde hace mucho
vienes suplicándome que te escuche,
vienes desde años atrás también protegiendote
pero solo te someto a mas sufrimiento,
hace años vienes gritando y no te escucho.
Pides ayuda a gritos
y estoy mutilando tus alas,
estoy atentando contra ti.

Me refugie en lo supuesto,
me refugie en los grandes estándares,
me refugie en lo social
y me cobije de la culpa.
Me cobije de las obligaciones también
cuando eso solo me asfixiaba, 
cuando no era mi verdadera protección,
cuando ni siquiera necesitaba ese calor.

Ahora me cuesta aceptar,
ahora que te escucho
me cuesta reconocer que sí,
que todo este tiempo viví haciéndote daño,
sí, es así,
y si es así,
cómo debo continuar,
qué camino debo seguir,
no quiero contaminar,
no quiero acabar en pedazos mas pequeños
aquellos que apenas voy reconstruyendo,
no quiero acabar siendo solo polvo
ni mis sueños muertos,
ahora que me enfrento a  mi misma
realmente se siente dolor,
y quiero deshabitarme
para no hacerte daño, 
para no seguir hiriendo,
no te quiero ver sufrir

¿BIENESTAR?

Decir que estoy bien no es la respuesta correcta
decir que la felicidad trasborda este corazón,
no es decir la verdad..
decir que me levanto con la fortaleza viva
tiene algo de misterio, no todo es la verdad
y se que no todo esta perdido
pero creo perder mucho más de lo que estoy ganando

Cansada estoy de tener que huir
cansada estoy a dolorida tambien de sentir como lesiona mi piel toda esta ansiedad
cansada estoy de conservar esas voces que me pide dar un paso hacia adelante
pero tambien estoy cansada de ir por la vida en retroceso,
ahora no se cual es mi camino,
sencillamente no se cual es mi dirección

quiero tener la fortaleza que todos poseen
y el control interno también,
pero no encuentro la manera de sentir menos vacio
no encuentro ese consuelo, no hallo la paz

lunes, 20 de julio de 2020

CARTA A LA INCERTIDUMBRE

Siempre vas corriendo, sabes esconderte de mi y en todos lados.
Siempre vas un paso más veloz,
siempre estás ahí.
Quiero tener tu astucia,
deseo tener esa seguridad 
y ese poder de ser presencia aunque no te pueda ver,
porque realmente lo que necesito es saber que te has ido,
realmente eso me mantendría en paz,
pero no hay seguridad aquí,
eres veloz y te sumerges en cada sueño mío,
me haces despertar tan aterrada
que desearía no despertar.

Pero no tengo la vida comprada
y veo un futuro más lejos cada vez,
entonces ya no idealizo, 
entonces solo quiero un sueño eterno que me ahorre el sentimiento letal,
entonces preferiría detener el latir,
así el dolor ajeno ya no dolería tanto,
al menos así la historia sería un relato que no conocería,
que no me tocaría conocer,
porque si se trata de caer para no levantarse,
si se trata de tener que llorar así,
prefiero un sueño eterno que me mantenga inconsciente
o que me mantenga presente, 
así como tú,
sin utilidad pero latente.

LO QUE CREÍ

Creía que mis cimientos estaban sólidos
creía que el amor que había cultivado en mi, era solido
creí que mis pasos serian firmes
y que mi fe también
pero empiezo a caer en pedazos
veo como escurre el corazón
veo como mis piernas tiemblan
y puedo notar como mi esperanza se ha hecho volátil

Amanece un día más, veo la luz
pero ya llevo un día más
sumado a los que sencillamente preferiría seguir en la profundidad de mis sueños,
así el dolor al menos no sería el que me mantuviera viva,
así mis latidos no bombearían solo angustia

Pensé que mis cimientos eran de piedra,
pensé que el animo era fortaleza
y la verdad es que solo veo como se escabulle entre mis manos
y como a cada sollozo se esfuma un poco más de mi

no sé ser fuerte
no aprendí bien esa lección,
me falta credulidad y confianza también,
necesito la tranquilidad que dejé por atrás,
en alguno de mis intentos por impulsarme
solo la utilicé
pero la recuperé, jamás 


sábado, 11 de julio de 2020

ESPEJO

Me exiges que levante la cara,
me exiges que me vea en tu reflejo,
me sometes para obligarme a llorar
y me expones frente a ellos.

No me dejas dormir, dices que aún no es tiempo,
dices que voy con pasos lentos,
que parece que le temo a lo incierto
y si, 
le tengo miedo al silencio, a los murmullos y al misterio,
tengo temor de que en mi intento de perderme, encuentre ese valor del que ahora carezco,
tengo miedo que mis motivos sean los que me muevan,
tengo temor de encontrar todo eso que no quiero,
tengo miedo de encontrar mi debilidad en la superficie
y sobre mi, más dudas de las que conocía.

Dices que he sido la causa de mis daños, 
dices que solo he sido la muestra viva de mi mente,
dices que mi falta de habilidad es por atar mis manos en los momentos de tormenta, 
y sí, 
es cierto, es así. 

Dices que he sido la causa y el efecto,
dices que no hallaré la salida correcta si no dejo de llorar,
pero tengo miedo de levantar la cara y encontrarme con la miseria,
tengo miedo que en mi intento de no caer, desfallezca otra vez,
veo sombras y no sé si es solo mi imaginación,
pero tengo miedo de que sea realidad,
de que esas voces realmente no se puedan callar.

Me pides que esta vez no, 
no me lave las manos,
que me bañe del dolor,
me obligas a sufrir
porque es la única manera bajo la cual podre salir,
la única manera en la que puedo encontrar mi sonreír,
pero tengo miedo en que no,
que sea solo una trampa otra vez,
siento las dudas hasta en la piel,
siento muy cerca el temor, 
pero levanto la cara y ahí estoy,
destrozada así como inicie,
pero completa esta vez,
las lagrimas han sacado la suciedad del corazón,
mis manos sucias están, 
pero son la muestra de las batalla que tuve que perder
para al final poder ganar, 
levanto la cara y estoy ahí,
destrozada pero reforzada esta vez
encontrándome con lo que nunca deje de ser,
pero aceptando así mi condición
de ir perdiendo y ganando a la vez,
y es que al menos ahora tengo valor.

CARTA AL MIEDO

Hazme daño otra vez,
lastima mi conciencia y el corazón
puedes hacerlo,
te doy ahora la razón.

Me has tumbado,
me has dejado inconsciente por mucho,
me has sometido a callar y me has visto llorar,
pero ya llore demasiado,
ya no hay sollozos,
todas tus maniobras ya no hacen más en contra de mi,
ya no son suficientes,
he logrado hacer resistencia, 
ahora te exijo más dolor,
al fin,
es una escala de medición,
te voy a demostrar que si pude con eso,
podré con tu sucia manera de intentar regresar,
así que inténtalo,
estoy lista para la batalla,
y las lágrimas de vuelta, 
son solo hidratación, es parte de mi mecanismo de combate y protección.

Me viste levantarme del dolor y como a pasos lentos intentaba caminar,
me sumergiste una vez y otra vez a tu calvario,
y ahora ese lugar ya no me hace más daño,
es tan amplio el precipicio
que ya lo siento como mi hogar,
ya no me sabe a lamento,
ya es cómodo caer y trocear mi esperanza en sus paredes,
esta versión tuya de confort me sabe agridulce,
ya no hay novedades de las cuales quiera comenzar,
esta historia falsa tuya ya es parte de ayer,
muéstrame ahora la luz, te prometo no voy a morir,
te prometo que no habrá proporción ni atracción,
esta furia que ahora hay dentro de mi
me ha dado valor como para volver a escuchar tu sucia voz.

No te extraño,
ya no eres más mi protección
has sido un fraude y poco pude ver,
te has robado la paz interna y todo lo demás,
te has alimentado de mi silencio sin más, 
me has venido a humillar,
así que no, ahora ya no haces ningún daño,
hoy desperté,
herida, sí,
pero con una sola visión,
no escuchar nuevamente tu voz.



DILE A TU MENTE

Dile a ella que es poderosa,
hazle creer que así como se puede nublar, más adelante hay luz, hay bienestar;
dile a ella que aún pareciendo ser poco es mucho más,
enséñale a ella que no debe perder lo esencial,
despejar el camino y no mirar hacía atrás.
Dile que no es miserable como se lo has hecho notar,
dile que se merece mucho más,
dile a ella que los días que no avanza, 
se está quedando atrás,
Dile también que si no cambia de canal,
se puede perder la señal.
Dile que un adiós puede ser el final
y dile que una sonrisa perdida
es morir en sintonía con sus valores y con lo que sí merecía.
Dile a ella lo que quiere escuchar,
sé lo difícil que puede resultar para ti formular ese hechizo especial,
pero no es nada anormal, es primordial.

Dile a ella lo que necesita saber
pues es ella tan poderosa y te podría traicionar,
así que escucha sus plegarias
no la hagas sufrir de más,
se atento con ella, ella te necesita todavía más,
más de lo que crees considerar.
Olvídate y hazte callar, 
dile que va a poder con esto, 
con eso,
con más,
dile que sí, que de ti fácilmente no se va a olvidar,
hazle saber lo que quiere saber, 
confiesa la verdad,
es ella la que te da vida
o te podría dejar descansar para no despertar del coma emocional,
ella vale lo que vales tu,
no la podrías dejar consumir,
no la querrás ver partir,
sí,
dile a tu mente 
lo que necesita escuchar.



CARTA A LA DESCONFIAZA

Me visitas con frecuencia, interrumpes mis procesos;
prendes y apagas la luz y me desvías del camino.
La balanza que voy equilibrando
con un sencillo soplo de misterio logras derrumbar.
Yo intentando mantener la chispa de mis sueños
y a ti que te encanta atormentar.

Vienes para divertirte,
para ver quien vence primeo,
porque sabes que me vas a derrumbar,
y sí, vives de eso
y sabes que a mi lado nunca nada te va a faltar
porque te complace ver como colapso,
como se estrella mi poca seguridad,
como se destruye frente a mis ojos lo poco que he venido cultivando y en silencio, para ocultarlo así de ti, 
por que este juego sucio contra mi te da vitalidad,
porque mientras yo muero en el tormento,
tu te vuelves potencial.

PERO AQUÍ ESTOY

Hace mucho que no escribo ni para mi ni para nadie,
hace mucho que he dejado descansar mis manos,
he dejado descansar las letras y al sentimiento también.
Hace mucho que no tomaba una pluma y un papel
mis entusiasmos ya no dependían de mi,
si puedo decir que aun los conservaba.
La vida e seco me detuvo,
la vida afloró mis más grandes temores,
este proceso me hizo llorar...

Pensé por mucho que no podría conmigo,
pensé por mucho que había caído presa de la ansiedad
o de la depresión de los que muchos hablan
y sí, puede ser que si,
pero aquí estoy,
todavía me cuesta abrir los ojos
y ni que decir del corazón, 
todavía me cuesta creerle a mi voz,
todavía me cuesta mirarme al espejo sin un reproche,
todavía me cuesta despertar,
despierto por inercia
pero a veces es lo que menos quiero.
Hace mucho deje las letras,
los sinónimos y las rimas entre líneas
o en líneas sin terminar,
hace mucho que deje la vitalidad
porque la realidad me estaba consumiendo,
estaba haciéndome cenizas,
se aprovechaba de mi condición inocente y sin fuerzas,
se estaba aprovechando de mi falta de esperanzas,
se estaba aprovechando de lo fácil que es hacerme flagelar,
y sí, 
la realidad esta aquí, en mi ventana,
pero ya me asusta menos,
al menos ya consigo dormir
y aún el malestar emocional esta aquí conmigo,
pero al menos ya lo creo dominar... 

QUE PRIVILEGIO EL TUYO, PERO QUE VALOR EL MIO

Que privilegio el de los emocionalmente fuertes,
pero que valor el de los débiles;
que privilegio el de los que duermen y sueñan,
pero que valor el de los que se levantan aún cansados;
que privilegio el de los asertivos,
pero que valor de los que apenas hablan;
que privilegio el de los seguros,
pero que valor el de los que lloran por conseguir esa seguridad;
que privilegio el de los que solo escuchan su voz
porque no saben lo que es caminar con voces en su interior;
que privilegio el de los audaces,
pero que valor el de los que aún mantienen sus uñas;
que privilegio el de los que pueden descansar,
pero que valor el de los que a pesar del malestar salen a combate;
que privilegio el de los que saben vivir con ellos mismos,
pero que valor el de los que atan su silencio para no caer atormentados;
que privilegio el de los que amanecen sonriendo,
que privilegio el de los que despiertan con euforia
porque no saben lo que es no querer despertar.

Que privilegio el de los que transmiten paz,
porque no saben lo que es ser una fuente de negatividad,
pero que valor el de nosotros los débiles
porque a ustedes los mentalmente sanos no les toca luchar consigo mismos,
porque ustedes no saben lo que es querer no regresar a la realidad,

ustedes no saben lo que es dormir para no querer despertar,
no saben ustedes la lucha constate
ni las batallas que llevamos perdiendo,
así que si me ves sonreír por vez primera,
no me digas que no es para tanto
porque tú no sabes lo agotador que es llorar aún no queriendo,
tú no sabes que esas lagrimas son de felicidad,
tú no sabes que lo poco para ti,
es un mundo para nosotros, a los que llamas enfermos mentales,
y es que has crecido en un mundo ideal
que no has notado que tu corazón también está dañado.

Así que sí,
que privilegio el tuyo,
pero que valor el mío,
ese que tu no vas a conocer,
porque no hay batalla mas grande
cuando te toca luchar para salvarte de ti mismo,
tú no sabes a lo que sabe la gloria
cuando has vencido,
cuando has logrado dejar debajo y atrás
los miedos, las dudas y la inseguridad... 

Aún así, que privilegio el tuyo
pero que orgullo el ser yo, 
porque es a través del valor mío, que sigo aquí,
de pie, respirando, sonriendo,
sigo latiendo...



ES FÁCIL

Es fácil juzgar al otro, es fácil apuntar hacia abajo cuando el ego nos escala un nivel arriba. Y desde ahí arriba es más sencillo ver sus h...