ACOMPAÑAMIENTO LITERARIO

sábado, 31 de agosto de 2019

VIDA PLACEBO

Tranquilo, comprendo toda esa ansiedad con la vienes lidiando hace ya unos ayeres. La sociedad en la que vives te ha hecho seguir un sistema muy estructurado, pero no te da satisfacción, no te ofrece grandes diferencias, por no decir que realmente no te ofrece el sentido que necesitas para despertar tus emociones, de esa anestesia que nos mantiene a todos aglomerados.
Te refugias en un vida de ensueño, pides al cielo cada noche que el día siguiente sea un poquito mejor y te comprendo, he estado ahí muchas veces.
Es cierto que es difícil tener que llevar todo el peso encima, es cierto que es cansado, es verdad y no lo niego que de pronto quieras mejor no despertar aún cuando hayas pedido al infinito que te regalara una mañana más para incendirate de euforia y luchar por aquello que no te deja dormir la mayoría de las noches, pero es cansado muchas veces tener que decir "tengo que"; comprendo que estas en un pedestal autoimpuesto pero es que es cierto también que de no tomar tu lugar, alguien más con dificultad lo habría hecho, porque no hay ninguna exigencia detrás, no existen los monstruos detrás insistiendo, y qué más da si sí están, alguien más le susurra que no se deje llevar, que todo estará bien, pero tú, a ti nadie te quita los fantasmas de la presión social ni esa ansiedad por "tener que" hacer esto o aquello, a ti simplemente te ofrecieron lo siguiente: Sí quieres algo, tendrás que conseguirlo por ti, desgastarte por todo lo que aspiras alcanzar, al resto le toca la suerte de verlo prosperar. 

CUANDO VIVES PARA UN SUEÑO, VIVES CON SENTIDO.

Te levantas todas las mañanas, con un hemisferio aún durmiendo y el otro reaccionando ante el estimulo del estrés y la ansiedad que conlleva la rutina de tu vida. Vas en el transporte y sube un personaje libre, entona una pieza de rap que él mismo escribió y te comienzan a llegar como lancetas cada una de sus papabras; que si la sociedad y la rutina, que si la escasez de dinero, que si dejaste pendientes en casa para ir al trabajo a saturarse de más, que si la escuela, tu empleo de medio tiempo, tus amistades habladoras y un largo etc. De esta manera él se gana la vida, pero va feliz cantando y haciendo consciente a la gente y tú, un alma apagada reflexionando acerca de la verdad de sus rimas pero no puedes hacer mucho, vas llegando ya a tu trabajo a someterte por horas ante lo inesperado de ese día o quizá la rutina.

Te quedaron claras sus palabras, pero ya ha llegado la noche y tú todo somnoliento vuelves a casa al refugio de tu almohada, saturandola de sueños que nunca verás cumplir por el temor de perder lo "estable" o un trayecto trazado de un historial laboral o quizá te crees ya viejo como para echar a andar tu imaginación y desempolvar que tienes sueños sumergidos o que alguna vez los tuviste, pero crees que ya no estás en la condición y que circunstancialmente ya no es el momento para despertar y rebobinar tus esperanzas.
Te has dejado llevar, dices que tus sueños los viste esfumarse el día que tuviste que solventar una familia, el día que te hiciste independiente y debías rendir cuentas y recuerdas el día en el que te encontrabas en el dilema de luchar por tus sueños o caminar con la corriente de toda esa gente, pero te arrepientes ahora porque no sabes lo que habría pasado de haber elegido la otra dirección, la de la incertidumbre, la de la ansiedad y el estrés al fracaso, pero bueno ¿de qué sirve consiedrarlo? igual el estres y toda esa ansiedad hoy te acompañan porque no estas satisfecho con la dirección que elegiste; si ese era tu temor, no perdiste mucho, vives en la misma situación, no hay diferencia, no hay novedad, ya te acabaste las uñas y el cabello también... no hay diferencia, no hay novedad.

ES FÁCIL

Es fácil juzgar al otro, es fácil apuntar hacia abajo cuando el ego nos escala un nivel arriba. Y desde ahí arriba es más sencillo ver sus h...