Creo que debemos de cuidar las emociones tanto como cuidamos la salud de cualquier otra especialidad. La razón por la cual de adultos tenemos problemas con nuestras relaciones interpersonales actuales, nace de episodios que vivimos en nuestra infancia y que no resolvimos, pero es que nadie nos dijo que debían ser resueltos y nos toco a nosotros resolverlos de la manera que creímos era la mejor, no la más creativa, no la mas resolutiva, pero sí la que mantenía adormecida nuestra confusión.
Viví de cerca la violencia intra familiar y qué dolor de vida, me duele el alma, me lleno de impotencia al escuchar cada palabra, me lleno de rabia al ver las lágrimas caer de ella y cómo se cortaba su respiración cuando me decía que había perdido la cuenta de las veces que sufrió agresión.
Maldita codependencia, qué dolor Dios, ¿por que lo permites así? Entonces lloré con ella y días después escribí:
CRÓNICAS DE UNA MUERTE SILENCIOSA
Ya perdí la cuenta
ya es tanto el ruido
que todo me aterra
ya no deseo tampoco estar
en silencio
ya perdí la cuenta,
tantos cristales rotos
detrás de mi
todo por proteger la integridad
aunque la dignidad ésta deshecha
saturada tengo la consciencia
Voy intentando
reconstruir las piezas
de este corazón deshecho
mientras limpio las heridas
y disimulo una sonrisa
una vez más,
escondo tras ella
las lágrimas
que lastiman mis mejillas
con tan solo resbalar
y aunque los eventos pasan
los recuerdos todavía matan
los recuerdos no se van
y no quiero morir delante de ella
no quiero dar mi último suspiro
no quiero que me vea llorar
Me quedé y soporte cada insulto
para verme aun fuerte
o parecer un poco más valiente
pero ahora eso ya no es suficiente
mi corazón ya no siente
mientras tu te sientes potente
cada vez que levantas la voz
cada vez que me agredes
todo eso te da poder
mis lágrimas te dan poder,
tan solo así
supremo te sientes
crees que levantar las manos
e intimidarme otra vez
te hará el hombre que no eres
Crees que soy poca cosa
o que no valgo lo que soy
que no ofrezco lo suficiente
así solo acabas con mi mente
Crees que puedes venir
cada noche a deshacer
todo eso, lo que soy
la mujer que por ti cambio
para así satisfacerte
En qué momento me perdí
en qué momento me olvidé de mi
cuantas horas soporte
cuantas heridas tuve que esconder
cuantas veces más
lo voy a hacer
me perdí otra vez
y no puedo comprender
el concepto del amor
solo lo asocio con dolor
No puedo sentir a tu lado paz
cada vez que te veo llegar
solo quiero escapar
con las fuerzas que me quedan
con las pocas que aún conservo
para así poder continuar
con un nuevo amanecer
para que a ella le toquen las caricias
que tú no quisiste ver
Lo que queda de mi
son solo ruinas
pero eso es lo que querías
puedo ver los rayos de sol
traspasar las grietas
que se han acumulado en mi corazón
la lluvia ya no es suficiente
para disimular las
lágrimas
que he intentado esconder
creo que el cielo no me escucha
yo sólo actúe por defender
dime qué de malo tiene eso
qué te da el derecho a ti
de venir y lastimarme
Mi autodefensa te sorprende
y que por primera vez
tenga el valor suficiente
para enfrentarte por vez primera
para salvaguardar
lo que nunca de hecho debí perder
pero será ya la última vez
nada de esto volverá a suceder
esta fue también la última vez
que me verás caer
y suplicarte entre el dolor y el llanto
estando bajo tus pies
con el piso de refugio
y teniéndola de perder
rogándote entre más llanto
que te toques el corazón
para que dejes de hacer
sangrar con tus puños mi piel
pero nada de eso escuchas
todo ese ego tuyo
de sentirte débil cada vez
que te intento detener
al agredirte por defender
la esencia que aún
queda de mi
si aún es que la tengo
si queda en mi
algo de eso
Hasta cuándo va a ser suficiente
tú no conoces el lamento humano
no conoces el dolor
a ti te divierte
el levantarme la mano
mientras me escondo
detrás del poco valor
para que no me veas tan indefensa
y te aproveches de mi
solo eres un disfraz
inundado tú de cobardía
y allá
alguien hace de esta historia
poesía.
