ACOMPAÑAMIENTO LITERARIO

sábado, 23 de julio de 2022

NO ESPERABA MÁS

Quería que te quedaras,
quería que te dieras cuenta de mi,
pero la cuenta perdí,
de quién eres y el porqué, 
y terminé cayendo.
Al final de todo me di cuenta yo
que no eres mi lugar seguro,
y que nunca debí ni siquiera perseguirlo.

Me has seducido, 
has sabido hacerlo bien, 
pero ésta vez ya no lastimó, 
esta vez fuiste una bendición. 

Esta vez la vida me mostró las piezas precisas, esas, las más realistas. 
Creía que te quedarías o al menos que querías que yo lo hiciera, 
pero fue inapropiado. 
La verdad te llevaste todos los demonios. 
La verdad es que agradezco ahora tu ausencia. 
La verdad es que no esperaba ya nada menos.

TE FUISTE CORRIENDO, LLEGASTE SÚTIL

Te fuiste corriendo, pero llegaste sutil.
Te fuiste sin mucho ruido, pero no habría deseado que fuera así.

No necesitaba tampoco ese teatro,
no necesitaba llegar hasta aquí.
Suficiente era con saber lo que querías,
suficiente habría sido que fueras verdad.

Me has dado una lección,
es que el problema no fue tuyo,
el problema mío fue.
El problema es que soy tan frágil
y que me di el valor
ese de confundir afecto con caricias
ese de dar lo que no debí.

90 DÍAS

Supo tocar con sutileza como quien toca una flor,
supo coordinar la situación,
supo reír en el momento indicado
y supo cómo llamar mi atención.
Supo respirar la ausencia,
esa que tenia mi corazón.
Supo introducir esas palabras precisas
cuando necesitaba una voz,
supo proporcionar alegría,
supo estar ahí.
Supo construir castillos falsos
para después dejar todo ahí,
para marcharse después de aquí, 
y sí, 
lo consiguió.

La vida todavía no terminaba,
aún no completaba la lección,
aún faltaba caer al suelo,
aún faltaba ese revolcón;
todavía no aprendía de mi herida,
todavía no sabía de mí. 
Necesité solo descubrirme
descubrir lo que sí soy,
necesitaba esa acción indigna
y acabar así,
encima de mis valores,
encima de mi honor.

90 días necesité,
pude bien ahorrarme el dolor,
pero lo necesité. 
Nunca llegue profundo
como ayer,
nunca violé mis normas
cómo lo permití.
Nunca odie tanto un momento
como cuando accedí.

ES FÁCIL

Es fácil juzgar al otro, es fácil apuntar hacia abajo cuando el ego nos escala un nivel arriba. Y desde ahí arriba es más sencillo ver sus h...