la luna vuelve a irradiar, el sol desapareció;
ella vuelve a llorar y retrocede,
parece que no, pero la verdad es que sí,
la historia comenzó,
esa que el librero ya conoce,
esa que ya todos conocen el final.
Deshizo los nudos,
caminó con zapatos más firmes
y al final alzó la voz, pero no
todo es un poco insuficiente aún,
esos oídos sordos son,
el sonido no llegó,
la señal se apagó,
él no escuchó,
no escuchó el latir, no escuchó el goteo,
no escucha su voz
solo escucha el viento,
solo escucha su propia música,
omite el ruido que rodea,
solo quiere perfección,
solo quiere brillar,
quiere sentirse bien,
quiere libre caminar,
nada quiere guardar
porque todo acumula espacio
y las cargas no vale la pena llevar,
porque solo ensucian el camino,
porque solo nublan la mirada,
porque solo cargan el corazón,
entorpecen la memoria,
solo pesa más la vida
y él no es de nadie,
él solo quiere libertad,
y si se puede levitar,
estaría mucho mejor.
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