Quizá se trataba de enfrentarme a mis miedos,
quizá solo se trataba de probar mi capacidad de resistencia,
quizá solo necesitaba este malestar para saber lo que me está consumiendo,
para dejar de aferrarme a lo que daña,
para tomar las riendas de mi vida.
Quizá solo se trataba de comprender que la vida
no es de tire y afloje,
quizá solo se trata de de entender
que no siempre se debe huir,
pero que el quedarse en detrimento interno,
tampoco es el camino.
Quizá solo se trataba de que doliera la vida así,
para al fin quitarme las vendas de los ojos
y los tapones de los oídos
para escuchar aquello que por mucho tiempo
mi cuerpo me viene mostrando.
Quizá solo se trata de poner atención
y comprender que lo que no se aprende, se repite;
quizá ya es hora de entender,
que no siempre se trata de aprender a quedarse,
sino a irse,
y que eso no es necesariamente marcharse o huir
cuando sabes que no es tu lugar,
cuando ganas más nostalgia que alegría,
quizá y digo solo quizá,
¿y si sí?
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