NADIE

Me pido resistencia una vez más,
me pido fuerza,
me pido voluntad,
me pido estrategias para no ver mi reflejo doblegar,
me pido estabilidad,
me pido no mirar,
me pido no sentir,
me pido también no recordar,
pero en el corazón nadie domina nada,
en el corazón todo es incierto,
todo es intangible,
no todo es perceptible,
es un laberinto de emociones,
es un camino con recorrido interminable.

En el corazón pocos tienen el dominio,
en el corazón pocos saben mandar,
ante el corazón todos caemos rendidos,
ante él pocos sabemos resistir,
ante él es difícil respirar con precaución,
ante él nadie mide su velocidad,
nadie puede controlar la intensidad de su latir,
nadie sabe dictar ante quién latir,
ni para quién vivir, 
ante él nadie puede resistir.

A mi todavía me sobra ruido,
a mi todavía me cuesta renunciar,
todavía me cuesta resistirme ante la imagen de ti.
El mío aún no conoce su umbral,
todavía no conoce su capacidad,
porque es que se siente un vacío que no se acaba de llenar,
porqué se siente como si a cada encuentro tuyo,
se hiciera cada vez más amplio, 
como si supiera ya de ti,
como si supiera que es tuyo ese lugar,
ese lugar que nadie podría venir a ocupar,
como si supiera que no le pertenece a nadie más.

Pero en el corazón nadie ha aprendido a poder más,
nadie tiene ese poder,
ese poder de dominar su dirección,
nadie sabe cambiar de canal,
nadie quiere hacerlo
cuando se sabe el motor que mantiene su latir,
nadie quiere renunciar,
nadie quiere el sufrir por encima de la realidad,
nadie quiere asfixiar sus razones,
nadie quiere ser capaz de huir,
nadie quiere fingir,
nadie quiere dejarlo morir.