escuche el mismo cuento,
por mucho en el tiempo
la narrativa fue la misma,
por mucho en estos años
las miradas me desviaron,
por mucho en estos años
la palabra me quitaron,
por mucho en estos años
aniquilaron mi valor,
sabotearon todos mis sueños,
me callaron la voz.
Por mucho en estos años
la esperanza me cortaron,
cortaron ese listón,
aquel que sujetaba mi intención,
aquel que solo pendía de mis restos,
de lo que quedó después,
después de tantos días de omisión,
y fue así,
fui perdiendo la emoción,
la emoción de esta mi vida,
la emoción del cambio de estación,
de cada transición.
Los años han pasado,
apenas lo puedo comprender,
han sido tantos años,
que apenas me estoy reconociendo,
apenas me estoy descubriendo,
apenas voy entendiendo,
que no era eso así,
que no tenía que escuchar,
que todo lo debí vaciar,
que nada de eso era de mi propiedad,
ninguna de esas frases lastimosas se debían quedar,
que más bien no encontré donde depositar,
y entonces decidí sembrar,
la nostalgia fue su riego,
y entonces esto tengo,
ahora eso soy,
pero los años han pasado,
y eso ahora solo es un recuerdo,
uno de esos que te gusta visitar
para caminar en retroceso,
para entender que sí,
que quizá si necesitaba aquel andar,
porque fue ese sendero
quien me devolvió el valor,
ese camino lastimoso,
fue quien me forjó,
y entonces agradezco,
porque ahora estoy aquí,
más fuerte y más completa,
más aferrada a mi,
con más entrega y más euforia,
con más ganas de vivir.
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