Qué bonito es el amor, aunque sea tóxico; pero qué bonito se siente vivir en esa mentira porque mentira o no, pero nos despierta la ilusión. Todos insanos y heridos nosotros, que no sabemos abrir los ojos ante la realidad y nos importa poco o casi nada que nos traten mal o nos lleven de aquí para allá, porque pues se siente bonito y pues se compensa y de eso a nada, pues mejor migajas...
A UN HILO DEL FINAL
Había estado esperando ese día
ese día de contemplarte,
lloré cuando volviste
pero es que realmente no fuiste tú,
otra vez yo,
otra vez te llame yo,
y es así como me gusta observarte,
estamos de frente
a un hilo de besarnos
a un hilo de soltarnos
de quedarnos
o quebrarnos
Dices que fueron años de tormenta
en soledad
y de agonía,
habías jurado haberme olvidado,
pero una noche de insomnio
comprendiste tus carencias
y ese vacío que en ti existía,
era el rugir de ese engranaje
al que yo le daba vida
y lloras mientras me miras
cuántas veces le pediste al corazón
se callara,
cuántas veces te escondiste
al encontrar mi mirada
porque el terror te derrumbaba,
me viste ahí parada,
con una sonrisa,
esa que guardaba,
la que era tuya,
aquella que solíamos reconocer
cuando nuestros ojos se proyectaban
te vi de miedo temblar
y escuche latir desde acá tu corazón
a un hilo de estallar,
te vi cristal en el mirar
y tus piernas sin poderse sujetar,
te vi caer frente a mi
al compás de mi besar
te declaraste mio
y no supe que hacer con tanto
ya aprendí a soltar
o se me olvido lo que es amar,
después de estas heridas, cariño mio
no te puedo reconocer,
te desconozco esta vez,
y aunque te intento recordar,
o que el recordar me devuelva la intensión,
eso no lo hará mejor,
no te devolverá el favor
A UN HILO DEL FINAL
Había estado esperando ese día
ese día de contemplarte,
lloré cuando volviste
pero es que realmente no fuiste tú,
otra vez yo,
otra vez te llame yo,
y es así como me gusta observarte,
estamos de frente
a un hilo de besarnos
a un hilo de soltarnos
de quedarnos
o quebrarnos
Dices que fueron años de tormenta
en soledad
y de agonía,
habías jurado haberme olvidado,
pero una noche de insomnio
comprendiste tus carencias
y ese vacío que en ti existía,
era el rugir de ese engranaje
al que yo le daba vida
y lloras mientras me miras
cuántas veces le pediste al corazón
se callara,
cuántas veces te escondiste
al encontrar mi mirada
porque el terror te derrumbaba,
me viste ahí parada,
con una sonrisa,
esa que guardaba,
la que era tuya,
aquella que solíamos reconocer
cuando nuestros ojos se proyectaban
te vi de miedo temblar
y escuche latir desde acá tu corazón
a un hilo de estallar,
te vi cristal en el mirar
y tus piernas sin poderse sujetar,
te vi caer frente a mi
al compás de mi besar
te declaraste mio
y no supe que hacer con tanto
ya aprendí a soltar
o se me olvido lo que es amar,
después de estas heridas, cariño mio
no te puedo reconocer,
te desconozco esta vez,
y aunque te intento recordar,
o que el recordar me devuelva la intensión,
eso no lo hará mejor,
no te devolverá el favor
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