ACOMPAÑAMIENTO LITERARIO

jueves, 26 de marzo de 2020

AMOR O CARENCIA

Te escribí mis mejores poemas, fuiste esa inspiración inmediata, esa que no necesitaba noches de insomnio para visitarme, ni el sonido de la lluvia para darme las rimas perfectas. Fuiste la precisión en cada letra y la armonía entre cada verso.
Creo que las segundas oportunidades existen realmente pero que no es precisamente para quedarse, sino para ayudarnos a ser libres definitivamente.
A veces, me acompaña y me despierta de pronto, la idea de no haber hecho lo correcto, me carcome la idea de que nuevamente dejé de lado todas las posibilidades, y que nuestra historia la he perdido para siempre.


A veces no puedo con los fantasmas de la duda, que me dicen que una vez más, como la primera vez, dejé de considerar todo lo considerable y que me centre solo en mi; que solo fui una egoísta por no considerarte a ti, a ti que me has venido a buscar desde un pasado, para rescatar lo que no salvaste a tiempo y crees que aun estás a tiempo de rescatar, dejando atrás el ego y el orgullo, sobando tus rodillas por haberte hincado pidiéndome perdón para ver si eso logra sanar las heridas o unir al menos las piezas que quedaron después de haber deshecho así con tu ausencia y sin explicación, este, mi débil corazón.


No me deja dormir a veces y me quita la tranquilidad en la que reposa ahora mi alma, el hecho de que crees que me has recuperado para ahora ser yo, quien te diga adiós, pero esta vez, sin terceras oportunidades y con todas las esperanzas agotadas. Intento evadir esos pensamientos que atropellan mis sueños para no tener que cargar con ese peso al amanecer, pero sale el sol y entonces vació mis pulmones con un amplio suspiro que me libera de ese estrés y me dice que no hay culpa; que no hay culpa alguna, porque no, lo nuestro no era amor, lo nuestro solo fueron carencias cubiertas mutuamente y que de la magnitud de nuestros vacíos fue nuestra enferma dependencia. 
Así que, si te digo adiós ahora, es porque he logrado cubrir con el afecto que me arrebate y del cual me desprendí para entregártelo a ti, esta carencia de afecto, esta carencia que creía que solo tú eras quien podría llenar; sin embargo entendí que no, que eramos solo un rompecabezas buscando donde encajar, aunque no hubiera secuencia, solo necesidad por encontrar ese espacio similar  que necesitábamos ocupar a como fuera lugar y de manera inmediata antes de que el resto se desintegrara. 
Nos aferrarnos a tomar un lugar que no era el nuestro, llamándolo amor por error, cuando solo era mi inocencia quien te dio el refugio donde descansar de tu agotada vida y yo, con la euforia a flor de piel de ser amada, pasaron los años y no nos dimos cuenta que, lejos de hacernos un favor, estábamos deslizando esas sensibles emociones al precipicio y haciendo en silencio un llamado al fiasco.
Vaya ¿qué fuimos, amor o solo dependencia?


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