NO SOMOS NADA

¿El adiós que diste, 
satisfecho te dejó?
¿alguna vez pensaste 
cuándo sería la última vez?
¿alguna vez pensaste
que no habría una nueva oportunidad?
así como se suspendió tu tiempo y el reloj
¿satisfecho estas?

Estamos infestados de miedo
nos contaminamos del terror
de que respiremos aire
o de no volver a respirar

estamos consumiendo nuestros cerebros
con la incertidumbre de que no habrá un mañana,
de que de nada sirven nuestras aspiraciones
sino tenemos la vida comprada.

De nada sirven ahora las promesas,
solo se mantienen los recuerdos,
solo escuchamos los silencios,
los murmullos
o el ruido de nuestro suspirar

contemplamos ahora cada noche
los besos que no dimos
o que no daremos nunca más,
contemplamos los abrazos que no dimos
porque cuando fueron hilos de unión
ahora representan un riesgo
porque ahora la distancia corta es mortal

y ¿qué valor representamos ahora?,
somos frágiles esferas,
somos debilidad,
no creímos que la vida se nos pudiera ir así
con tan solo hablar

¿cuánto dolor nos cuesta el querer comunicar?,
¿cuánto dolor va a representar el querer despegar?
Ahora nada de eso vale,
porque ahora
solo queremos conservar
esa paz que perdimos sin querer

cuántas almas bajo asfalto
y cuál es la dimensión de dolor
que necesitamos ver
para saber que somos uno,
para saber que la cura era la unión,
que cuidarnos mutuamente
era el antídoto ideal
para acabar con esta viral masacre
que no pidió autorización
ni consintió
ni tuvo elección de preferencia,

cuanto daño necesitamos de más
para saber que nada somos
que de nada sirve el perdón
ni las plegarías
que no somos inmunes
que ante lo mortal
solo somos uno más.