Miradas
caídas
hay
nostalgia
las
esperanzas casi en decadencia
y
nulas las sonrisas
pero
en el centro hay fe
en
el centro del ser saben creer.
Un
mar de sábanas
pasillos
sin final
un
sitio donde se respira resignación
donde
se respira también fe.
Una
mañana más
la
noche se acerca
deambulando
el entusiasmo
de
sus allegados
y
ante todo el entusiasmo
desde
el fondo un incómodo sonar
un
incómodo sonar
que
anuncia el final del bienestar
pero
hay fe.
Las
esperanzas se renuevan
encuentran
nuevamente paz
abriremos
los brazos
esta
noche en tormenta
bajo
el mar de lágrimas
abrimos
estas puertas
son
un mar de sábanas
pasillos
sin final
un
sitio donde se respira resignación
donde
se respira también fe
donde
se respira consolación.
Y
no temas corazón
no
temas
que
no hay aún fuerza mayor
que
detenga el palpitar
si
así mi cielo no lo quiere dictar.
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